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¿Por qué mi hijo/a se hace pis en la cama?

Paz Alconada Escudero

 

            El aprendizaje del control de esfínteres se produce entre los 18 meses y los 3 años de edad, en lo que concierne al control diurno, pudiéndose alargar el nocturno hasta los 6 años. Para que el aprendizaje se produzca, deben existir factores de madurez neurofisiológica que lo posibiliten.

            La enuresis es la emisión repetida de orina durante el día o la noche en la cama o en los vestidos, en la mayor parte de los casos de forma involuntaria, habiendo alcanzado el niño la edad de cinco años y en ausencia de patología orgánica (diabetes, espina bífida, etc.).

            La enuresis es uno de los problemas más frecuentes en la clínica psicológica infantil, con una incidencia del 15 por 100 a la edad de 6 años, manteniéndose un 3 por 100 a los catorce años.

            En nuestra cultura el control de esfínteres se puede comenzar a educar hacia los dieciocho meses, pero no debemos olvidar que el completo control se suele alcanzar entre los dos y los cuatro años de vida.

            Las razones por las que un niño puede hacerse pis pueden ser múltiples y muy diferentes y debemos tener en cuenta que en situaciones de estrés (cambio de colegio, exámenes, nacimiento de un hermano, etc.) pueden darse episodios ocasionales de enuresis pero son esporádicos y no repetitivos por lo que no debemos preocuparnos por ellos.

            Para los niños despertar por la mañana y comprobar que han mojado la cama supone consecuencias emocionales negativas con sensación de fracaso. Es importante que el adulto no atribuya la enuresis a que el niño es vago o que no es esfuerza por controlar el pis, no se le debe castigar por ello ya que el niño estaría más nervioso y posiblemente se produciría un incremento en su frecuencia.

            También es importante no hacer comentarios negativos como “no te da vergüenza, tan mayor como eres”, sino que debemos reforzarle en los momentos que haya conseguido mantenerse seco. Los castigos, enfados y confrontaciones no solucionan el problema, sin embargo pueden agravarlo.

            No se le debe poner pañal por la noche y para que el niño tome conciencia de los inconvenientes derivados de mojar la cama debe responsabilizarse del cambio de sábanas, echarlas al cesto de ropa sucia, vestirse de nuevo y hacer la cama. Debe saber que él es el protagonista para solucionar el problema, teniendo en cuenta que los padres le van a ayudar en todo lo posible.

Paz Alconada es Psicóloga y Coordinadora del equipo de Atención Temprana de CAIS