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¿Cómo aprende a sentarse mi bebé?

Autora invitada: Marta Pérez

 

            En el desarrollo del bebé, observamos cómo cada vez se interesa más por el entorno, y disfruta observando lo que hay alrededor cuando le cogemos en brazos. Es entonces cuando muchos papás se preguntan: ¿Es el momento de sentar a mi bebé?

            La respuesta es clara: NO debemos sentarlo. En el desarrollo, el niño va adquiriendo, paso a paso, diferentes habilidades por su propio esfuerzo. Si el bebé no es capaz de sentarse por sí mismo, probablemente sea porque aún no está preparado. Los músculos de su espalda, sus abdominales, la musculatura de la cabeza, han de entrenarse antes para conseguir llegar a este paso.

          ¿Qué debe hacer antes de sentarse?

            Antes de llegar a sentarse, los bebés tienen que controlar otro tipo de movimientos o posturas. Por ejemplo, controlar la cabeza si están boca abajo, voltear, o apoyar las manos cuando están boca abajo o de lado.

            Además de estas habilidades motrices, otro tipo de destrezas, como las manipulativas o las cognitivas, se van desarrollando de forma paralela. Por lo tanto, debemos dejar que el niño explore  y juegue en estas posiciones antes de llegar a la sedestación.

            Y como decía Emmi Pikler, pediatra  que estudió profundamente el desarrollo motor del niño, “el perjuicio causado por las posturas impuestas no se limita al desarrollo de la motricidad, sino que también influye desfavorablemente en su desarrollo psíquico, en el desarrollo de su personalidad”.

El niño, al moverse con libertad, muestra una actitud más positiva, percibe mejor su autosuficiencia, integra mejor su esquema corporal y percibe mejor el entorno a través del reconocimiento espacio-temporal.

¿Cómo podemos ayudar a que el bebé se siente?

            Lo más importante es que permitas que el bebé se mueva libremente. Para ello, debe disponer de mucho tiempo para jugar en el suelo (puede ser sobre una manta o una colchoneta no muy blanda). También podemos favorecer su aprendizaje si le ponemos ropa cómoda que no le restrinja el movimiento.

            Los estímulos deben ser acordes a su edad, y no pecar en cantidad: sin sobrecargar con juguetes, ni ponérselos siempre en la mano. El niño debe tener una motivación para moverse, no siempre tiene que estar todo a su alcance.

¿Debo preocuparme si mi bebé no se sienta solo?

            Ante todo, debemos tener presente que cada niño tiene un ritmo diferente. La edad habitual a la que un niño comienza a mantenerse sentado es a los 7-8 meses, pero esto no es una regla exacta. Si tenemos cualquier duda, debemos consultar a un profesional de la salud que observe si existe alguna causa por la que el niño aún no haya aprendido a sentarse.