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A veces aprenden a leer sin comprender

María José Imedio López

 

Tanto los padres como los profesionales de la educación venimos oyendo desde siempre que a los niños hay que iniciarlos pronto en la lectura,  y eso tratamos de hacer. Desde muy pequeños queremos que aprendan a leer. Y muchos lo consiguen. Es encantador ver a los niños que ya saben un poquito pararse en cualquier sitio donde hay letras grandes y carteles que ellos pueden descifrar y, letra a letra, conseguir leer lo que allí está escrito. Y los padres, cómo no, encantados de que su hijo ya lea.

Luego viene el tema del cole, donde los niños que leen comienzan con la lectura de libros, como deberes; uno, dos, o incluso hasta tres libros al mes, porque el fin es que lean. Pero el objetivo de tanta lectura ha de implicar también que, cuando un niño coge un libro y lee, consiga comprender lo que está leyendo, que sepa entender qué mensaje incluye dicha lectura.

La comprensión lectora es primordial para el desarrollo de todas las actividades y asignaturas que estudian durante el curso. ¿Qué asignatura se puede aprender si no tienes una comprensión lectora?: ¿Matemáticas? Imposible: si no comprendemos los problemas, difícilmente podremos resolverlos. ¿Conocimiento del  Medio?  Tampoco. Y así con todas.

Y en esta situación pasan de curso a curso, llegando al Instituto y después a la Universidad. Y nos encontramos con niños y jóvenes de 12, 14 ó 18 años que, es cierto que  han superado los cursos, pero ha sido con mucha dificultad porque el problema de la falta de comprensión lectora es tan difícil de detectar que es muy tarde cuando lo percibimos.

El saber leer es un primer paso, pero después, al igual que los primeros pasos del niño hay que reforzarlos con otro y otro hasta que camina, debemos de cuidar y desarrollar esa comprensión de lo leído, que es la base para un entendimiento de todo cuanto se estudia. O, sencillamente, para disfrutar con la lectura.

Posiblemente, si preguntamos a los chicos de cualquier centro escolar o universitario  ¿qué libro estás leyendo? o ¿cuántos libros lees en un año?, muchos de ellos responderán que ninguno a no ser que se les obligue en el centro.  Y es que para leer por propia iniciativa hay que amar la lectura,  disfrutar con ella, relajarnos practicándola y aprender con lo leído.

No es suficiente que los padres digan que sus hijos leen mucho, sino que digan que les gusta leer. Y para ello tenemos que empezar por la base, la comprensión de lo que se está leyendo. Y eso también se enseña.

María José Imedio es Maestra de Educación Infantil y Experta en Atención Temprana. Directora de CAIS