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¿Qué es el apego? ¿Por qué lleva el apellido de seguro o inseguro?

Autor invitado: Miguel Noguerales García, psicólogo experto en atención temprana.

 

            Hace tiempo que este término se comenzó a extender entre los padres y cuidadores más interesados e informados en materia de psicología infantil. Pero, ¿qué es exactamente el apego? ¿Y por qué lleva el apellido de seguro o inseguro?

            A modo de explicación básica para los que nunca hayan oído hablar de él, o de recordatorio para los que sí les resulta familiar, el apego podría definirse como una necesidad humana universal para formar vínculos afectivos estrechos. Según los autores Botella, Schore y Fonagy, al nacer ninguno de nosotros somos capaces de regular nuestras propias emociones, y es precisamente esa relación que se establece de manera más estrecha entre el bebé y el cuidador principal la que nos permite aprender a regular nuestro sistema emocional. Numerosos autores e investigadores coinciden en que el establecimiento de esa relación afectiva es la base fundamental para el desarrollo de los sentimientos de seguridad o inseguridad. Existen aspectos básicos que son útiles resaltar para favorecer la comprensión de lo que supone el apego:

– Todos los animales (incluidos los humanos) buscan protección y atención de sus cuidadores cuando se sienten amenazados, esto es una parte primordial de la supervivencia en la evolución. Esas amenazas pueden ser también intrínsecas, es decir, cuando se siente malestar interno provocado por hambre, sed o dolor.

– Por lo general, la figura de apego es la madre y rápidamente se selecciona como preferida.

– El apego tiene una función homeostática (de equilibrio), entre las conductas de exploración y las de proximidad o afecto.

           En base a estos aspectos se podría hablar de diferentes tipos de apego en la infancia, para simplificar los numerosos estudios y teorías sobre este tema podríamos diferenciar dos grandes grupos o estilos: el apego seguro, donde se satisfacen las necesidades físicas del niño aportándole seguridad. La experiencia subjetiva del niño que sabe va a obtener ayuda cuando la pida, le permite una exploración del entorno físico y social de forma segura y con confianza. Aunque esto no quiere decir que no aparezca la ansiedad de separación y la comprobación de que el cuidador está próximo para poder explorar, es decir, los usan como una base segura cuando se encuentran angustiados.

            Y el apego inseguro, que se podría dividir en dos partes: apego inseguro-evitativo, que puede ser interpretado como la poca confianza del niño en encontrar apoyo en la madre cuando lo necesite, así como no tener muestras de ansiedad en la separación ni emociones positivas en el reencuentro. Y la otra parte, apego inseguro-ambivalente en la que los niños muestran mucha ansiedad de separación y esta no se reduce ni en presencia de la madre.

            Muchas veces estos tipos de apego están muy influenciados por la conducta de los cuidadores principales, los que suelen reunir características como intrusividad, rigidez, hostilidad, rechazo al contacto o inconsistencia en la atención. La máxima de los padres en evitación del dolor o sufrimiento de sus hijos les transmite poca confianza en la exploración del entorno y la relación con los demás, y esto se puede hacer “crónico” y convertirse en una característica de personalidad que puede dificultar el afrontamiento de los problemas aumentando la dependencia y, por lo tanto, disminuyendo la autoestima.

            El apego es fundamental para la supervivencia, desde los animales hasta los humanos todos necesitamos un referente en el que apoyarnos cuando se teme por algo o no se está seguro de cuantos pasos dar, ni cómo hacerlo, ni siquiera en qué dirección. En ese preciso momento es en el que los padres y madres tienen la oportunidad de mostrar y transmitir confianza y seguridad en su hijo y él actuará en base a ello, sabrá que es una persona útil y capaz y que cuando aparezcan problemas que no pueda gestionar por sí mismo podrá acudir a su referente en busca de consuelo y apoyo, para poder seguir explorando, que en definitiva de eso se trata.